Si has llegado hasta aquí probablemente estés pasando una época complicada, haya algo que te preocupe o te esté costando gestionar, o tal vez estés buscando un espacio donde cuidarte, aumentar tu bienestar y aprender a luchar por tus objetivos. Mi prioridad es construir contigo un espacio seguro en el que puedas escucharte, comprender lo que te ocurre, conectar con qué necesitas y trabajar por sanar aquello que te hace sufrir.
La psicoterapia que realizo está basada en la terapia cognitivo-conductual desde un enfoque integrador. Esto implica la inclusión de técnicas de otras perspectivas teóricas con el fin de adaptar al máximo la terapia al paciente y sus objetivos terapéuticos.
La terapia cognitivo-conductual consiste en identificar nuestra forma de pensar e interpretar diferentes situaciones, cómo reaccionamos emocionalmente ante ellas y cómo actuamos.
En muchas ocasiones las creencias que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra historia, por ejemplo, “debo tener éxito en todo lo que me proponga”, “necesito que los demás tengan buena opinión de mi” o “el mundo es un lugar peligroso”, nos hacen más propensos a experimentar malestar emocional o dificultades a la hora de desenvolvernos en situaciones demandantes.
La terapia cognitivo-conductual nos permite tomar conciencia de todo ello, con el fin de realizar cambios que nos permitan manejar las situaciones más adecuadamente, sentirnos mejor y potenciar creencias que nos sean más útiles.
La terapia EMDR (desensibilizacion y reprocesamiento por movimientos oculares) se emplea para abordar experiencias traumáticas tales como traumas infantiles, agresiones, abusos sexuales, accidentes, etc.
El procesamiento de este tipo de experiencias, en ocasiones, no logra realizarse adecuadamente y queda bloqueado, pudiendo influir en cómo nos sentimos, pensamos y actuamos. Cuando esto ocurre es frecuente volver a experimentar aquello que sentimos durante el episodio traumático, también que evitemos o nos cueste afrontar situaciones relacionadas con el suceso o que tengamos síntomas de ansiedad y malestar emocional que nos impiden funcionar adecuadamente en uno o varios ámbitos de nuestra vida.
La terapia EMDR nos ayuda a recolocar estas experiencias para que queden en el pasado y minimizar el impacto que tienen en nuestro presente.
La terapia basada en Mindfulness (atención plena) consiste en entrenar nuestra atención para ser consciente lo que ocurre en el momento presente. El uso terapéutico del Mindfulness es especialmente útil para:
- Aprender a relacionarnos con nuestras emociones, fomentando la capacidad de autorregulación.
- Lidiar con las preocupaciones y pensamientos recurrentes.
- Alimentación consciente.
- Afrontamiento del dolor.
- Conexión mente-cuerpo.
- Aumentar nuestra capacidad de disfrutar de la vida.
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